LEÍTO

Ayer, con mi gran amigo Leo, nos dimos cuenta que a nuestros 28 años ya somos personas encaminadas hacia el éxito. Entendemos perfectamente que uno debe estar en constante reflexión, madurando día a día y tratando de no caer en el camino fácil de la rutina. Nos dimos cuenta que nuestros padres hicieron y siguen haciendo un trabajo impecable, mostrándo siempre las cosas realmente importantes en la vida. En fin, gracias Leo. Gracias papás.

Segunda Parte

Hace un tiempo me volví más transparente, más gordito también. Hoy, me he dado cuenta de que me estoy transformando en un adulto, al igual que muchos Santiaguinos mamones, a mis frescos 28 años recién me siento independiente, aunque dependo de muchos, algunos lo saben otros no pero, independiente, libre, con ganas de hacer cosas, motivado.
La gente de la que dependo me protege.
Muchas Gracias.