UNO DE LOS PERROS DE LA PLAZA

Los artesanos de la plaza Ñuñoa le decían "El Cholo" pero nosotros lo llamábamos "Horacio". Un día atacó a la Pili...ERROR !!! Después de ponerlo en su lugar con ese estilo característico que hace temerle, Pilates decidió que era su perro. Nos siguió cuadras y cuadras, a mi me acompañaba cuando venía de vuelta con unas copas de más a mi casa y en el fondo, me sentía seguro con Horacio, lo quería harto... Encontró trabajo de cuidador, estaba en una automotora cerca del YPF con un Doberman negro, eso queda mas o menos a 4 cuadras de mi casa pero escapaba de cualquier ruta copetística que pudiera seguir de a pies en la noche. Nunca más lo vi. Si alguien lo ve (suponiendo que alguien lee esto aparte de mi...), por favor cuéntenme en que anda y llámenlo por su verdadero nombre... HORACIO